Los efectos de las partículas suspendidas de menos de 10 micras sobre la salud se producen a los niveles de exposición a los que está sometida la persona. La exposición crónica a las partículas aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de cáncer de pulmón. En los países en desarrollo, la exposición a los contaminantes derivados de la combustión de combustibles sólidos en fuegos abiertos y cocinas tradicionales en espacios cerrados aumenta el riesgo de infección aguda en las vías respiratorias inferiores y la mortalidad por esta causa en los niños pequeños; La mortalidad en ciudades con niveles elevados de contaminación supera entre un 15% y un 20% la registrada en ciudades más limpias.
El dióxido de nitrógeno produce mucha irritación bronquial y empeora bronquitis crónica la exposición crónica en los niños puede producir disminución en el desarrollo de la función pulmonar.
El dióxido de azufre produce inflamación del sistema respiratorio provocando tos, secreción mucosa y agravamiento del asma y la bronquitis crónica; asimismo, aumenta la propensión de las personas a contraer infecciones del sistema respiratorio. El dióxido de azufre es el responsable de la lluvia ácida (ácido sulfúrico).
El ozono en el aire puede producir efectos adversos de consideración en la salud humana. Puede causar problemas respiratorios, provocar asma, reducir la función pulmonar y originar enfermedades pulmonares. ( fuente: OMS)